Piensa por unos momentos en esta pregunta y respóndela con la mano en el corazón
Imagina que tienes algo muy importante que decir a tu hijo o tu hija adolescente y se vienen un montón de cosas a tu cabeza, como por ejemplo: que llegue temprano a casa, que no ande en malas compañías, que, cuidado con las drogas, que no valla por sitios peligrosos, que guarde bien el celular, que sepa administrar la mesada,... y muchas más... ¿verdad?. Bueno esto es normal para una madre y más si ella es soltera, viuda, separada o divorciada que desde ya es una desventaja.
Hoy, escuchando un programa radial por Internet, la conductora leyó un texto bíblico que llegó a mi vida en forma especial, 1 CRÓNICAS 28:20. Aunque ella lo estaba leyendo, relacionándolo con el tema del día que estaban tratando, no pude evitar detenerme en el texto y notar varias cosas. Fue como si (de repente) viera a un padre que registra lo que hay en su corazón para luego decírselo a su hijo.
1. Un padre que conoce el estado emocional de su hijo: En este caso, David sabía la poca energía y voluntad que tenía Salomón para hacer algo. Sí, tenía mucha sabiduría la cual le había sido dada por Dios pero le faltaba ponerla en práctica, Entonces surge esta hermosa frase: "Anímate y esfuérzate, y manos a la obra". Le ayudó a Samuel ¿sí o no? Compruébalo leyendo la historia.
2. Un padre que sabe que su hijo evita cualquier riesgo: En el fondo, Salomón estaba sintiendo un miedo enorme ante una obra que desconocía porque estaba acostumbrado a la 'tiendita' y ahora el proyecto gigantesco estaba ante sus ojos: ÉL TEMPLO, la casa del Señor. ¿Cómo lo voy a hacer? ¿De dónde sacaré los recursos para hacerlo? ¿Quién me acompañará en su ejecución? ¿Por qué a mi padre se le ocurriría esta locura si el es hombre de guerra y ahora le ha dado por la arquitectura? Ahora, ''me toca'' hacerlo quiera o no quiera.
Todo esto conocía David, así que de una 'le suelta' esta tremenda frase: "NO TEMAS, NI DESMAYES" "Padre y ¿porqué no lo haces tú si tu eres el de la idea?" pudo haberle replicado Salomón. ¿No te ha pasado esto a ti?. Porque ante los desafíos trascendentes la cobardía, el desaliento y el 'caérsele las alas' como se dice coloquialmente, se hacen presentes. ¿Por qué razón le decía estas palabras, David a su hijo? Bueno, la mayoría de sus salmos nos hablan de la presencia del Señor en el transitar por su vida, muchos momentos llenos de sosobra, de incertidumbre, de angustias en lo que implicaba el camino al reinado. Un conocedor de la presencia de Jehová. Aquí llegamos al tercer asunto.
3. Un padre que da a su hijo sus propias vivencias de una relación con Dios: La relación profunda, constante y manteniéndose sin mutación en un mismo lugar que David tenía con Dios le daban los créditos suficientes para dirigir y aconsejar a su hijo.
David sabía lo que era andar con Dios, la tarea se cumple porque se cumple. Sus planes y propósitos no son negociables, no son para dejarlos de lado por problemas emocionales o miedos puesto que hay que llegar hasta el final. ¿Qué ocurriría si Jesús, en medio del camino, hubiera soltado la cruz? pero ¡NO FUE ASÍ! El llegó hasta el final hasta decir: "CONSUMADO ES"
Así, este padre le da la razón más importante y concluyente de la tarea por hacer: "PORQUE JEHOVÁ DIOS, MI DIOS, ESTARÁ CONTIGO; ÉL NO TE DEJARÁ NI TE DESAMPARARÁ, HASTA QUE ACABES TODA LA OBRA PARA EL SERVICIO DE LA CASA DE JEHOVÁ"
Me parece escuchar a David diciéndole esta palabras "Tengo la evidencia que Dios siempre estuvo conmigo en mi enfrentamiento con Goliat, en las persecuciones del propio Rey Saúl, de los filisteos, en mi desplazamiento territorial que me llevó a convivir en una cueva con una red social poco recomendable y en donde pude componer al Señor cánticos, poemas, en los errores tremendos que cometí. Salomón, hijito, yo no recibí toda esa sabiduría que el Señor te ha entregado, lo mío fue el coraje, la guerra...Por eso sé de lo que te estoy hablando. Escúchame y sigue adelante.
CONCLUSIÓN: Te dejo dos pregunta y una invitación. Por Favor COMPARTE.
CONCLUSIÓN: Te dejo dos pregunta y una invitación. Por Favor COMPARTE.
1- ¿Qué te ha hablado el Señor en este día? Ahora,
2- ¿Qué le vas a decir a tu hijo?
*- Piensa no solo en su futuro...piensa en ese legado espiritual que transmites a tu generación.
¡Bendiciones!
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